La importancia de la experiencia que nos transmiten las equivocaciones de los demás, planteándonos un "eso no lo haría" hipócrito que nos acechará con tardanza.
Que fácil es juzgar a las personas sin estar en su lugar, sin saber los verdaderos motivos que causan a realizar el acto.
Cuando afirmamos por delante a la persona y contradecimos por detrás, con lo fácil que es otorgar con el silencio, sin necesidad de mancharse las manos con absurdas palabras.
Hay que dejarse de tonterías e ir con decisión, hacia donde se quiera.
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