Hace tiempo

que quiero hablar de esto.
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Cuando estas deprimid@ o cuando algo te ha pasado, estas en un momento crítico y no deseable.
Te das cuenta de que la gente se vuelca a ti, si eres una persona querida. Pero únicamente te preguntan, se informan, te ofrecen su ayuda, y se van.
Las personas que de verdad te ayudan, no te la ofrecen. 
Te la dan, te apoyan, te ayudan a volver a sonreír a volverte a levantar, te dan ese pequeño abrazo que necesitas pero no te atreves a pedirlo.
Fíjate a quién le concedes tus palabras. Esas valen mucho, no las desperdicies. 


Y por las que necesitan un poco "más", recordar los momentos felices que habéis vivido.
 Esos recuerdos por los que vale la pena levantarse por las mañanas. 
Es el mejor consejo que se me ocurre. Eso, y mantener momentos de calma y silencio para ordenar las ideas.

Vuelan palabras.

Nos deterioramos poco a poco con el tiempo.

Las horas pasan y nos demacran más.

Los años pesan y las heridas duelen con fuerza.

Tus ganas fallan, tu ilusión disminuye, tu inocencia está perdida.

No queda alegría en tu mirada, ni felicidad en tu rostro.

Tu sonrisa… ¿Dónde estará tu sonrisa?

Y esos ojos no paran de llover.

Estás cansada y no tienes ganas de nada.

La gente de tu alrededor te decepciona y tú sientes que te mienten.

E intentas engañarte de que no es verdad, de que no es así.

Pero lo peor de todo es que dejaste de luchar.

Te engañas, te mientes, te desesperas, te angustias…

Y no cambia nada. Y NO CAMBIAS NADA.

Ya era hora.

Pienso que nada más son días.

Uno....otro...

Y que no tienen nada de relación entre ambos.

Nada, excepto yo.

Se supone que soy la dueña de esos días, que me pertenecen.

Pero no es así. Los días ya están adueñados, se alejaron de mi, de mi propiedad. Yo ya no tengo su poder.

Ahora obedecen a otros más fuertes, a otros que los comprendan mejor, o que solo se los hayan ganado.

Y yo, sumamente perdida intento seguirlos, alcanzarlos, atraparlos y volver a hacerlos míos. 

Pero no lo consigo. No consigo nada.

Pierdo el tiempo y no me doy cuenta de que no me está sirviendo.

De que ya no aparece mi sonrisa, estando tan ocupada me olvidé de mi felicidad...Tal vez me la robaron, tal vez la perdí, o quizás nunca la tuve. Ya no lo recuerdo.

¿Felicidad dónde te habitas? Porque en mi soledad no estás.

Pero ahora me siento feliz.

Cosas increíbles pasan diariamente.
Unas nos llenan de ilusión y alegría, otras de tristeza y penurias.
No podemos controlar lo que nos pasa. Lo que nos sucede, o al menos eso es lo que yo creo.
Aunque siempre digo que puedes elegir el camino, el que tu quieras.
Eligiendo algo, niegas muchas otras opciones. Que no sabremos que nos hubiera pasado de haberlas elegido.

¿Qué debemos hacer?
¿Actuamos correctamente?
....

(Y)

Hoy me he dado cuenta de una cosa.
Me he despertado con más ánimo y me he dado cuenta de que sí, estoy harta de decir que me cansa esta rutina... pero no hago nada para evitarlo!.
Y hoy me he dado cuenta de esto. No sé lo que voy a hacer, pero intentaré ver las cosas de otra forma. Pasar un poco más del tema. Y esas cosas...
Ya se verá que pasa.

Estoy cansada.

No entiendo qué me sucede...
Y no me gusta estar así.
Pero he descubierto que seré un Bueno, un Quizás y lo más seguro un No. Pero no llegaré a ser un Si.
No quiero sentirme así mucho tiempo más. Estoy cansada.