Cuando llega una persona a tu vida, no tienes ni idea de lo qué va a pasar ni de los sentimientos que te va a causar.
El tiempo que va estar, si va a volver o si quizás nunca se fue.
Pero cuando esta persona te demuestra que día a día está ahí, que te quiere cuidar, que quiere tu compañía, tus momentos y tus ilusiones; y que con ellas no va hacer nada malo. Sino apreciarlas, para poder tener un bonito presente de tu sonrisa.
Descubres que da igual el tiempo que esa persona esté en tu vida, porque sabes que lo recordarás hasta que tu memoria se consuma en misero viento.
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