lunes, 1 de abril de 2013

Punto y finalidad.

¿Qué más daré?
¿Qué importo?
Solo soy otra persona más,
en este mundo plagado de ellas.
Sin virtudes características.
Sin más.
Arrojarme al más profundo vacío.
Olvidarme sin conocerme.
Y deshacerse de mi sin piedad.


2 comentarios:

  1. La existencia de vida es un fenómeno muy sobrevalorado.A marte le va perfectamente bien sin un solo microorganismo. Los milagros, como la existencia de vida, por definición son insignificantes, solo sucede aquello que puede suceder.El mundo está tan lleno de gente. Tan lleno de estos milagros, que se vuelven habituales y los olvidamos.Los milagros, casos con una probabilidad infinitesimal de que sucedan, tan improbables que son efectivamente imposibles, como, que el oxígeno se transforme en oro. Siempre he deseado presenciar algo así, y sin embargo en el emparejamiento humano, millones y millones de células compiten para crear la vida, generación tras generación, hasta que por fin, contra todo pronóstico inimaginable, eres tú, solo tú, la que surge para dibujar una forma tan especifica de entre todo este caos de improbabilidad. Eres como transformar el aire en oro, un milagro.Sonríe, porque eres más excepcional que un quark y más improbable que los sueños de Heisenberg; en el barro en el que las fuerzas dan forma a las cosas que nos suceden, tú dejas la huella más clara, la más perfecta, la más bella, y la más improbable.

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  2. No recuerdo nada pero por lo visto

    he quedado mal con todo cristo

    me tendrán que contar la meada en la fachada

    que estaba vigilada

    el edificio era importante

    y ese fue el detonante

    para ir al cuartelillo

    a prestar declaración

    bajo la acusación

    de atentar contra el estado

    en estado lamentable

    y la pena para ello

    es el paredón!

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