La existencia de vida es un fenómeno muy sobrevalorado.A marte le va perfectamente bien sin un solo microorganismo. Los milagros, como la existencia de vida, por definición son insignificantes, solo sucede aquello que puede suceder.El mundo está tan lleno de gente. Tan lleno de estos milagros, que se vuelven habituales y los olvidamos.Los milagros, casos con una probabilidad infinitesimal de que sucedan, tan improbables que son efectivamente imposibles, como, que el oxígeno se transforme en oro. Siempre he deseado presenciar algo así, y sin embargo en el emparejamiento humano, millones y millones de células compiten para crear la vida, generación tras generación, hasta que por fin, contra todo pronóstico inimaginable, eres tú, solo tú, la que surge para dibujar una forma tan especifica de entre todo este caos de improbabilidad. Eres como transformar el aire en oro, un milagro.Sonríe, porque eres más excepcional que un quark y más improbable que los sueños de Heisenberg; en el barro en el que las fuerzas dan forma a las cosas que nos suceden, tú dejas la huella más clara, la más perfecta, la más bella, y la más improbable.
La existencia de vida es un fenómeno muy sobrevalorado.A marte le va perfectamente bien sin un solo microorganismo. Los milagros, como la existencia de vida, por definición son insignificantes, solo sucede aquello que puede suceder.El mundo está tan lleno de gente. Tan lleno de estos milagros, que se vuelven habituales y los olvidamos.Los milagros, casos con una probabilidad infinitesimal de que sucedan, tan improbables que son efectivamente imposibles, como, que el oxígeno se transforme en oro. Siempre he deseado presenciar algo así, y sin embargo en el emparejamiento humano, millones y millones de células compiten para crear la vida, generación tras generación, hasta que por fin, contra todo pronóstico inimaginable, eres tú, solo tú, la que surge para dibujar una forma tan especifica de entre todo este caos de improbabilidad. Eres como transformar el aire en oro, un milagro.Sonríe, porque eres más excepcional que un quark y más improbable que los sueños de Heisenberg; en el barro en el que las fuerzas dan forma a las cosas que nos suceden, tú dejas la huella más clara, la más perfecta, la más bella, y la más improbable.
ResponderEliminarNo recuerdo nada pero por lo visto
ResponderEliminarhe quedado mal con todo cristo
me tendrán que contar la meada en la fachada
que estaba vigilada
el edificio era importante
y ese fue el detonante
para ir al cuartelillo
a prestar declaración
bajo la acusación
de atentar contra el estado
en estado lamentable
y la pena para ello
es el paredón!