No se debe perder la esperanza, no se debe de perder la ilusión . Solo cuando esta esté rota, desaparecida, muerta ; debemos parar y pensar si de verdad merece la pena tanto dolor, tanto sufrimiento por aquel sueño.
Nos tiramos de cabeza a la piscina sin ni si quiera pensar que es lo que queremos.
Por estás razones nos arrepentimos.
Tenemos tantas ganas de vivir que no esperamos al momento correcto, nos precipitamos y perdemos el control de todo aquello que nos es importante.
Somos testarudos, vagos y despectivos pero nos amamos tal y como somos.
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