jueves, 27 de diciembre de 2012

Lágrimas de cristal.

Serlo todo y no parecer nada.

¿Cuántas veces nos ha pasado esto?



Nos damos cuenta de las cosas tarde, no sabemos lo que hacemos pero sabemos que lo estamos haciendo mal, o no del todo bien, porque si no ese sentimiento no nos estallaría en la cabeza.Es tan difícil acertar, encestar, no fallar y hacerlo siempre bien, de ahí que seamos humanos, de que cometamos errores.

Es una locura  no saberlo, no saber lo que quieres hacer.Y aquí llega la famosa valentía, que muchas veces se esconde y otras aparece como si no se hubiera ido nunca.  Ella nos "ayuda" con los actos, o al menos eso se supone. Nos arrepentimos, si por supuesto. "¿Por qué no tuve el valor de decir/hacer...?" He escuchado esa frase demasiadas veces en mi cabeza. Ser valiente no es cuestión de suerte.

Y al final lo único que importa es ser feliz.


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