Pienso que nada más son días.
Uno....otro...
Y que no tienen nada de relación entre ambos.
Nada, excepto yo.
Se supone que soy la dueña de esos días, que me pertenecen.
Pero no es así. Los días ya están adueñados, se alejaron de mi, de mi propiedad. Yo ya no tengo su poder.
Ahora obedecen a otros más fuertes, a otros que los comprendan mejor, o que solo se los hayan ganado.
Y yo, sumamente perdida intento seguirlos, alcanzarlos, atraparlos y volver a hacerlos míos.
Pero no lo consigo. No consigo nada.
Pierdo el tiempo y no me doy cuenta de que no me está sirviendo.
De que ya no aparece mi sonrisa, estando tan ocupada me olvidé de mi felicidad...Tal vez me la robaron, tal vez la perdí, o quizás nunca la tuve. Ya no lo recuerdo.
¿Felicidad dónde te habitas? Porque en mi soledad no estás.
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